abril 26, 2006

CRÓNICAS


Sebastián Cordero. 2006

Desarrollada en la ciudad de Babahoyo, Ecuador. Vinicio, un hombre que por una distracción, se ve involucrado en un linchamiento del cual es protagonista. La agonía crece al mismo tiempo que la esperanza decae. Manolo, un reportero de historias sensacionalistas, por un segundo le brota la conciencia y logra ayudar a Vinicio. Posteriormente encarcelado, Vinicio logra establecer contacto con Manolo, al cual ruega ayuda para sacarle de prisión, a cambio de proporcionarle información valiosa acerca del “monstruo”, asesino serial que siembra el pánico en la ciudad. El reportero movido siempre en pro de la noticia cree poder resolver el caso del asesino y garantizarse un mayor protagonismo en la televisora.

La cinta enfatiza el problema mediático, donde impera el raiting y el afán de ser el primero en dar la nota, sin importar las verdades a medias, las fuentes o la escasa investigación. Esto genera consecuencias graves, como soltar una noticia que no es verdad, que genera una impresión errónea en los espectadores, y que al tiempo, el medio de difusión se da cuenta que cometió un error y prefiere seguir e incluso hacer mas grande la mentira, que reconocer la equivocación, pues claro, solo denotaría la falta de profesionalismo con que se hizo la primera nota y perdería credibilidad y por lo tanto rating.

Manolo Bonilla es un reportero estrella de un noticiero sensacionalista en Miami, quien no se percata que su “instinto periodístico” ayudado por Vinicio lo llevará a un encrucijada que cuestiona la humanidad y le dejará la interrogante para responderse si vale la pena el trabajo. Manolo, interpretado por John Leguizamo, que a pesar de ser colombiano de nacimiento, se le nota titubeante en los diálogos, hasta el margen de caer en la falsedad. Ciertamente son pocas las ocasiones, pero suficientes como para demeritar el papel protagónico.

Damián Alcázar, quien ha demostrado su calidad actoral en cintas anteriores, no nos decepciona con este trabajo, donde interpreta a Vinicio, un Padre de familia amoroso, ejemplo de su vecindario, pero que esconde información que puede ser un arma de dos filos, lo puede sacar de prisión o perpetuarlo en el mejor de los casos. Sus expresiones, el acento, esa risa sarcástica que tiene aunado a la capacidad de adentrarse en el personaje, avalan la calidad de la película.

En general, la cinta presenta una temática bastante utilizada pero inteligentemente armada, apoyada en las actuaciones sobresalientes y la ambientación extraordinaria. En ocasiones el relleno sale a flote, que a mi parecer no le hacia falta. La historia no se cierra, no tiene como algunos llaman “final feliz”, pero no por ello demerita la calidad, al contrario, al exponer la realidad tal cual y sin tapujos deja de lado la complacencia y agarra la calidad, en vez de la cantidad.

RECOMENDABLE.

abril 12, 2006

Cine en Venta

Vivimos una época de comercialización absoluta donde se trata de vender todo cuanto esté al alcance, por medio de ofertas intransigentes. La intención de los medios es notorio en cuanto se les observa unos minutos: hay que vender, vender, vender, no importa la calidad, sino la CANTIDAD. Por supuesto, no pretendemos tener altruismo en su máxima expresión, como dicen “por amor al arte”, es evidente que nadie hacemos un trabajo sin una remuneración, pero eso no elimina que el trabajo tenga los mínimos estándares de calidad. En pocas palabras, que el factor económico no sea el UNICO aporte del producto, sino parte del conjunto que lo conforma.

El cine es una de las áreas corrompidas por esta invasora mentalidad. El llamado séptimo arte se ve transformado en sus raíces que combinan fotografía, historia, creatividad, etc. Ha sido objeto del ambicioso manejo de quienes solo les interesa la venta. Poco a poco se introduce esta ideología tanto en productores como en los mismos espectadores, de tal manera que es poco perceptible esta metamorfosis, hasta que se analiza detenidamente el transcurso del cine en los últimos 30 años y es entonces donde nos damos cuenta de la enorme diferencia que existe, que hemos pasado largo tiempo recibiendo toda clase de “porquerías” sin un pestañazo que nos alarmara o detuviese la atención.

A la par que esto avanza, se ve catapultado por premios que tienen un dudoso juicio imparcial y análisis serio, donde la mayoría de las ocasiones, solo se trata de orgías de vanidades y elogios mutuos, además del eterno intento de “quedar bien con todos”, que quiérase o no, el resultado forma parte del juicio crítico de las personas. Y como en todo sistema, se ven involucrados muchos aspectos políticos que desvían el objetivo principal del premio.

En lo personal hace mucho tiempo que no veo una “buena película”, limitándome al cine americano comercial. Quién no recuerda genialidades como: 2001:odisea en el espacio, producto del excéntrico Kubrick; o El Padrino, con un genial Marlon Brando haciendo gala de sus habilidades; como olvidar un Charlton Heston de Ben-Hur; a un intrigante Hitchcock o un Orson Welles revolucionando la dirección.

Parece como si hubiese pasado mucho tiempo desde estas obras de arte en movimiento; pero lo cierto es que en la actualidad no parece regir el cine por su calidad temática, actuación o dirección; sino la cantidad de presupuesto con el que cuenta, o la magnificencia de los efectos especiales involucrados en el filme. Claro, son “apantallantes”, pero solo sirven para eso, para apantallar, pues como su nombre lo indica, se trata solo de una “pantalla” que impide ver el trasfondo de la película. Aunado a esto, vivimos una evidente escasez de historias originales con los recurrentes “Remakes” como La Pantera Rosa, Cupido Motorizado, El Planeta de los Simios, Psicosis o también los llamados “Remasterizados con 5 minutos nunca antes vistos” o “Versión del Director” como, El Exorcista, Star Wars, E.T, Apocalipsis Ahora, que solo resaltan la falta de creatividad y talento.

Con esto no pretendo hacer un llamado a que no vean películas, ni realizar una marcha en favor del buen cine, como pretenden arreglar algunos los problemas, sino simplemente emitir un juicio crítico consciente del material que vemos y así rescatar las raíces del cine que van más allá del mero entretenimiento.

abril 07, 2006

P R O X I M A M E N T E


Breve ensayo del adictivo VII_arte